lunes, junio 15, 2015

MI ABUELITA Y BELLAS ARTES


Mi abuelo materno murió en 1997. Poco antes de irse le dijo a mi madre: “Ustedes van a ver cosas increíbles que yo no voy a ver”. También nos decía que el no creía que el hombre hubiera llegado a la luna, que era pura mentira. Hoy en día estamos viviendo sucesos increíbles en México y en todo el mundo; el Apocalipsis es obra de los hombres, no de Dios. Mi abuela desde que enviudó comenzó a deteriorarse aceleradamente, extrañando a mi abuelo todos los días. Ahora ella ha llegado a la luna… ella tampoco puede ver ni sufrir los acontecimientos del Apocalipsis. No tiene que ver ni entender los conflictos de sus hijos envejecidos; no tiene que padecer la pesadilla del egoísmo, del cada quien pa su santo, del esto es mío sólo mío y jodanse los otros. No reconoce los rostros ni las voces de sus hijos, de sus nietos. Vive en una casa que dice que no es su casa. Mi abuela casi a llegado a los 100 años y tiene demencia senil.


El Palacio de Bellas Artes cumplió 100 años a finales de 2014. Le tomé una foto a su fachada algunos días antes, por los mismos días en que fotografié a mi abuela sentada en silla de ruedas frente a la puerta cerrada de su recamara. Al estar contemplando las dos fotos juntas, noté de pronto una extraña similitud: Abuelita, inmóvil, como un elefante blanco que a perdido la memoria. Palacio de Bellas Artes, hermoso monstruo que no reconoce a sus hijos mas que cuando están muertos, para hacerles homenajes. También las Bellas Artes de México tienen demencia senil.