HISTORIA SIN MEMORIA
Sólo esta libertad nos conceden
los dioses: someternos
a su dominio por voluntad nuestra.
Más vale que así lo hagamos
porque sólo en la ilusión de libertad
la libertad existe…
Fernando Pessoa
SÓLO ESTA LIBERTAD
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Espera,
el camino se acaba.
Hay una puerta falsa
creciendo ante tus ojos.
No mires ahora.
Que no te deslumbre
esa agradable sensación de paz.
No es preciso que intentes,
llegar al paraíso
sin salir de tu cuerpo.
Guarda esos hongos para Nunca Jamás,
tierra poblada de esperpentos hermosos.
No vallas a creer que estoy soñando,
que me hincho contando las estrellas,
que soy el hijo de la luna…
Ven,
regresa un poco.
Toma mis manos coaguladas:
oblígalas a ofrecer pan.
Toma mis pies de neandertal:
enséñales a bailar un tango,
antes que se sumerjan,
en el charco estéril de los días de gloria.
Escucha:
es el aullido de los no nacidos.
Mira como se nutren de tus miedos.
Mira como se adueñan del planeta,
esparciendo la semilla de la oscuridad.
Escucha,
el chasquido del cartucho en tu cabeza,
la risa de los señores de la nada,
el gemir de la tierra que se asfixia.
No vallas a arrepentirte de tus pasos,
sobre las olas
clandestinas
del vértigo.
Devuelve la sonrisa que robaste,
cuando dijiste NO,
no soy feliz,
no existo,
ni para ti, ni para nadie,
y soy sólo una sombra,
nublando los espacios de ilusión,
las atalayas de la hipocresía,
los caminos herrados,
la historia sin memoria.
Giancarlo /8 / ABRIL / 2008 . FOTO: Teddy Saldaña / Julio 2008
Espera,
el camino se acaba.
Hay una puerta falsa
creciendo ante tus ojos.
No mires ahora.
Que no te deslumbre
esa agradable sensación de paz.
No es preciso que intentes,
llegar al paraíso
sin salir de tu cuerpo.
Guarda esos hongos para Nunca Jamás,
tierra poblada de esperpentos hermosos.
No vallas a creer que estoy soñando,
que me hincho contando las estrellas,
que soy el hijo de la luna…
Ven,
regresa un poco.
Toma mis manos coaguladas:
oblígalas a ofrecer pan.
Toma mis pies de neandertal:
enséñales a bailar un tango,
antes que se sumerjan,
en el charco estéril de los días de gloria.
Escucha:
es el aullido de los no nacidos.
Mira como se nutren de tus miedos.
Mira como se adueñan del planeta,
esparciendo la semilla de la oscuridad.
Escucha,
el chasquido del cartucho en tu cabeza,
la risa de los señores de la nada,
el gemir de la tierra que se asfixia.
No vallas a arrepentirte de tus pasos,
sobre las olas
clandestinas
del vértigo.
Devuelve la sonrisa que robaste,
cuando dijiste NO,
no soy feliz,
no existo,
ni para ti, ni para nadie,
y soy sólo una sombra,
nublando los espacios de ilusión,
las atalayas de la hipocresía,
los caminos herrados,
la historia sin memoria.
Giancarlo /8 / ABRIL / 2008 . FOTO: Teddy Saldaña / Julio 2008
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Etiquetas: POESÍA NAUTA
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