sábado, abril 18, 2009

SÓLO YO Y MI NAVAJA

Nunca sabré por qué tu boca se encontró con la mía; o que trampa mortal tendió la noche, para dejarnos solos, abrazados, en medio del silencio.
Fueron testigos bichos, canciones remendadas, calaveras y versos, un
camión de sonámbulos, la glorieta del vértigo, un aburrido teatro, la sombra
de una mano acuchillada.

No sabré qué palabras sacudieron tu anhelo, tu corazón de piedra que ahora sangra, tus venas reventadas en un libro de versos, una copa que rueda por la calle, el silbido de un tren a media noche, y ésta noche, sin tregua, sin mañana.

Nunca, como tú, sabré mentir tan dulcemente, con esa gracia de bruja inmaculada. Con esa mueca de muñeca que murmura: mi mamá me ama, mi mamá me odia, mi mamá no existe,
tú no existes,
nadie existe,
solo yo y mi navaja, solo yo y esta cruel pesadilla hilvanada con hilitos de plata, solo yo y mi reflejo,
pintado,
sobre la superficie afilada,
del lado menos dulce,
de Luna,
mi amante, mi hermana.





para Striga, del libro "ANTES DE ENTRAR PERMITA SALIR", Giancarlo Galván .
Ediciones LA VACA SECA, 2009.

Etiquetas:

3 Comments:

At 5:02 p.m., Blogger P said...

tan sútil como tu esencia,
he vuelto después de estos años aturdidos por esos extraños ruidos
del mundo...
un abrazo en la distancia,

GianCarlo

Desde el Fin del Mundo, es muy lindo leerte y visitarte

ejercitaré la escritura periódica y no perder el contacto, no caer en la rutina...

 
At 7:25 p.m., Anonymous Anónimo said...

gracias Pam, te extrañaba, un abrazo en la distancia.
GIANCARLO

 
At 9:51 p.m., Blogger Unknown said...

Giancarlo: espero me puedas ayudar. Hace unos 23 años conoci a una chica que editaba una revista sobre erotismo y literatura llamada "ANTES DE ENTRAR PERMITA SALIR", de ella me quedan los recuerdos de una velada en su casa que para más señas estaba junto a otra que habitaba una hija del Indio fernandez.
No recuerdo su nombre pero mantengo los deseos de reencontrarla!
A ver si tengo suerte!

 

Publicar un comentario

<< Home